domingo, 22 de agosto de 2010

¿Crees en el Destino?

La gran mayoría de nuestros pensamientos y acciones son motivados a nivel subconsciente. La mente profunda no es meramente un potpurrí de conflictos, como propuso Sigmund Freud. Esta teoría carece de fundamentos científicos. Me identifico con la visión del celebre psiquiatra americano Dr. Milton H. Erickson, el padre de la hipnosis moderna, quien consideraba la mente subconsciente como un depósito de todos los recuerdos, aprendizajes, y por lo tanto, recursos internos del individuo. Cuando creamos una armonía entre lo consciente e inconsciente, evitamos emplear esfuerzos excesivos para conseguir nuestros objetivos.

¡Cuantas veces nos esforzamos para alcanzar una meta pero luego nosotros mismos saboteamos el éxito! Aunque muchos aspectos de nuestra vida estén fuera de nuestro control, somos el artífice de nuestro destino. Nuestra vida se asemeja a una alfombra oriental tejida a mano. Los elementos fundamentales de una alfombra son la urdimbre, la trama y el nudo. La urdimbre está formada por una serie de hilos verticales y la trama es el elemento que forma el tejido de la alfombra al pasar alternativamente sobre los hilos pares o impares de la urdimbre. El nudo se realiza en la urdimbre y es el elemento que forma el dibujo.

Teniendo en cuenta esta imagen podemos decir que el telar de una alfombra es el universo; el urdimbre y la trama es el destino; pero nosotros somos el artesano que decide donde realizar los nudos y qué colores utilizar para crear un dibujo. Como escribe Jean Paul Sartre: “No hacemos lo que queremos y, sin embargo, somos responsable de lo que hacemos.”

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