jueves, 30 de septiembre de 2010

La Hipnosis Ericksoniana

La hipnosis Ericksoniana se denomina a un enfoque novedoso originado por el psiquiatra americano Milton H. Erickson. Esta modalidad de hipnosis no se trata sencillamente de un conjunto de técnicas sino es un modelo novedoso de comunicación con fines persuasivos. Se trata de cómo “empaquetar” la información de una forma sugestiva para que resulte irresistible al oyente.

Erickson era un hábil comunicador. La hipnosis Ericksoniana, basada en su maestría en el arte de la comunicación verbal y no verbal, era extraordinaria. A menudo recibía casos “imposibles”, recomendado por otros psiquiatras y psicólogos. Conocido como el padre de la hipnosis moderna, Erickson consideraba la hipnosis como un cambio de atención de la persona. Este estado puede ocurrir de forma espontánea o dirigida por un profesional de la hipnosis.

Erickson sostenía que la mejor manera de inducir este estado era a través de una conversación aparentemente normal. Durante su dialogo sembraba mensajes, ideas y conceptos dirigidos a la mente subconsciente de sus pacientes para que él mismo encontrara la solución de su problema. Por lo tanto, en la terapia estratégica no existe una división rígida entre la comunicación consciente e inconsciente.
Milton Erickson insistía en que debemos tener mayor confianza en la mente subconsciente. La mayoría de nuestras acciones están controladas a un nivel inconsciente.

El poder de la mente subconsciente

Por ejemplo, para realizar la tarea de desplazar el cuerpo de un sitio a otro solemos utilizar más de 200 músculos. Algunos de estos músculos deben estar tensos mientras que otros deben estar relajados. Debe haber una sincronía entre todos estos músculos para poder caminar. A los tres meses el niño comienza a controlar la cabeza y éste es el principio del aprendizaje de caminar. Tarda seis meses en poder sostener la cabeza recta y sentarse de forma autónoma. A los nueve meses aprende a gatear y con diez meses ya puede ponerse de pie y empieza a desplazarse sujetándose a los objetos.

El niño, aún torpe e inexperto, da sus primeros pasos pero se cae. Algunos músculos de las rodillas tienen que fortalecerse para aguantar el peso del cuerpo. Además el niño debe aprender la labor más difícil: la sincronía para desplazar su peso de manera harmoniosa. Este balanceo dinámico es una tarea ardua basada en un proceso de aprendizaje de prueba y error. En realidad caminar es una especie de caída controlada.

No todos los bebes son iguales. Algunos aprender a caminar antes que otros. En general los niños aprenden a caminar entre los 9 y 18 meses. Pero ahora de adultos nadie es consciente de cómo camina. El esfuerzo infantil se ha transformado en un aprendizaje inconsciente. ¿Qué ocurriría si quisieras intentar a controlar tus pasos? ¿Podrías dar pasos naturales? Es obvio que tus pasos se volverían torpes y carentes de elegancia.

Este ejemplo resume la hipnosis Ericksoniana. Milton H. Erickson solía pedir a la gente que tuviera más confianza en su mente subconsciente. La mente profunda es un depósito de todos los recursos, recuerdos y aprendizajes de la persona. Erickson ayudaba a la gente a encontrar la solución de sus problemas realizando, a veces tareas raras y aparentemente sin sentido. Pero la persona al realizar las tareas tenía una experiencia emocional que le servía para superar su problema.

Dejar de Fumar con hipnosis

En una ocasión un hombre fumador con cuarenta kilos de sobrepeso acudió a Milton H. Erickson para dejar de fumar y adelgazar. Le dijo que es un agente de policía jubilado por razones médicas. Le confesó que fumaba, comía y bebía mucho a pesar de su enfisema y tensión alta. El hombre le dijo que le gustaría correr pero no podía y el máximo que podía hacer era caminar. Era un hombre soltero y solía comprar los cigarrillos, bebidas alcohólicas y la comida en un supermercado al lado de su casa. Erickson le dijo que una sola sesión le bastaría y le mandó la siguiente tarea: “compra tus cigarrillos de paquete en paquete en un estanco que esté en otra parte de la ciudad. Compra los alimentos para cada comida que haces. Así que sales a comprar comida tres veces al día. Si quieres comer fuera busca un restaurante al otro lado de la ciudad. También compra tus bebidas alcohólicas en la otra parte de la ciudad. Toma tus copas de una en una en bares diferentes que estén a un kilómetro y medio de distancia. De esta forma estarás en buena forma.”

Un mes después llegó un nuevo paciente y le dijo que le mandaba un amigo suyo, un policía jubilado que le había dicho que Erickson era el único psiquiatra que sabía lo que estaba haciendo.
Uno de los psicólogos que colaboraban con Erickson era un consumado fumador en pipa. Erickson dedicó una hora a hablar en detalle de un amigo suyo que tenía plateados una serie de inconvenientes en fumar en pipa. Erickson empezó diciendo que su amigo no sabía donde poner la pipa en la boca: “¿debía ponerla en el centro, un centímetro a la derecha, un centímetro a la izquierda?” El amigo sentía vergüenza en poner el tabaco en la pipa: “¿Tenía que usar el pulgar? ¿Tenía que usar el índice?” Y sentía cierto disgusto al encender la pipa: “¿Era mejor poner la llama delante, detrás, a la derecha, a la izquierda?”.

El joven psicólogo, mientras escuchaba relato de Erickson, pensaba “¿Por qué me está contando esta historia? Me parece que a mí fumar en pipa no me incomoda.” Erickson contó un gran número de dificultades ligadas a fumar en pipa. Al día siguiente, el psicólogo al volver a su ciudad pensó “No volveré a fumar.” El psicólogo dejó la pipa para siempre.

Todas las personas que leen el trabajo de Milton H. Erickson se preguntan como conseguía que la gente obedeciera sus indicaciones. Erickson mismo contestó a esta pregunta diciendo que “la gente es muy educada y obediente en trance.” Con eso quería decir que cuando la comunicación es sugestiva, no necesariamente hipnótica, la gente suele aceptar las sugestiones.

Supérate con Autosugestión

La autosugestión es un método de cambio poderoso. La historia está repleta de casos de curaciones mediante la autosugestión. En un gran número de operaciones quirúrgicas el paciente practicó la autosugestión como su única anestesia. Desde operaciones pequeñas hasta intervenciones quirúrgicas complicadas.

El propósito de este artículo no es el de hacerte tan hábil como para anestesiar parte de tu cuerpo para una operación quirúrgica. Sin duda esta habilidad está al alcance de todos los que han aprendido y practicado el arte de la autosugestión. Mi objetivo es el de darte el conocimiento y las herramientas básicas, para experimentar y practicar con la autosugestión en tu vida diaria.

“Lo que se extiende detrás y delante de nosotros carece de importancia si lo comparamos con lo que reside en nuestro interior.”
Ralph Waldo Emerson


Múltiples ventajas
La autohipnosis tiene múltiples ventajas. Es una herramienta barata. No cuesta nada. Sólo tienes que invertir unos minutos de tu tiempo en tu salud y tu bienestar.

La mayoría de la gente consume analgésicos para aliviar el dolor. La autosugestión no tiene efectos secundarios. Las píldoras sí. La autosugestión está al alcance de todos. Basta con aprender unas técnicas sencillas y practicar para aprender cómo utilizar esta herramienta tan poderosa.

Sencillo y práctico
El proceso de la autohipnosis es sencillo y práctico. Las aplicaciones de la autohipnosis son numerosas. Con práctica y conocimiento, tú puedes disfrutar de los estados más profundos y espectaculares de tu subconsciente.

Ahora que lees esto, como un principiante, tienes que reconocer tus límites. Un problema serio, como una fobia no se solucionará con la autosugestión para alguien que acaba de empezar su práctica. Sería como si un joven atleta después de tan sólo dos meses de entrenamiento se planteara participar en unas Olimpiadas.


Ten cuidado con los dolores
Si tienes un dolor de cabeza, debes acudir a un médico competente para diagnosticarlo. Los dolores en general, son señales del cuerpo que nos dice que algo no va bien.

Quitar un dolor con un origen desconocido puede ser muy peligroso. Es como las luces rojas del coche que te advierten de que algo no va bien en el motor de tu coche. Por ejemplo, que te falta aceite o carburante. Sería poco inteligente tapar la luz roja con una banda adhesiva para que la luz intermitente no te molestase.

La autosugestión está indicada sólo para los dolores crónicos, en casos donde los médicos te informan que el dolor no ofrece ningún tipo de información útil porque no hay una causa orgánica que lo justifique. Sólo en este caso hay que quitar el dolor con la autosugestión.

El "trance"
El “trance” es un estado pasajero que todos vivimos, al menos una vez durante el día. Por ejemplo, cuando “nos perdemos” leyendo un libro, viendo una película o meditando, nuestra atención se concentra y se crea este estado entre el sueño y la vigilia. El factor más interesante en este estado es que el subconsciente puede trabajar libremente, sin la intervención de la mente consciente, la parte analítica. Mediante métodos de autohipnosis, podríamos inducir este estado de trance cuando quisiéramos.

Cómo inducir la autohipnosis
Esta inducción fue ideada por Betty Erickson, la mujer del célebre psiquiatra y hipnotizador Americano, Dr. Milton H. Erickson.

1) Siéntate en un sillón cómodo para decidir lo que quieres lograr o qué dificultad necesitas solucionar. Fija la vista en un objeto.

2) Di para tí 4 frases con contenido visual. Por ejemplo: “Veo la luz como brilla en la portada del libro”, “Veo la estantería a mi derecha”, “Veo mis brazos”.

3) Di para tí 4 frases con contenido auditivo. Por ejemplo: “Oigo el sonido del ventilador”, “Oigo los ruidos de la calle”, “Oigo el sonido de mi respiración”.

4) Dí para tí 4 frases con contenido kinestético. Por ejemplo: “ Puedo sentir mis pies en los zapatos”, “ Puedo sentir el calor de mis dedos”, “ Puedo sentir el peso de mi ropa”.

5) Sin apartar la vista del objeto, te dices 3 frases visuales, 3 frases auditivas y 3 frases kinestéticas.

6)
Continuas mirando fijamente al objeto, y te dices 2 frases visuales, 2 auditivas y 2 kinestéticas.

7) Por último te dices 1 frase visual, 1 auditiva y 1 kinestética.

8) Empieza a sentir qué brazo y qué mano parece más ligera.

9) Dí para tí: “La mano que parece más ligera seguirá pareciendo ligera y empezará a flotar con movimientos inconscientes y automáticos, de modo que a medida que se eleve, me hundiré cómodamente en un trance”.

No importa si repites algunas frases. Sencillamente te vas diciendo tu propia experiencia: lo que ves, oyes y sientes.
Si después de un rato los ojos quieren cerrarse, déjales que se cierren, y repítete las frases visuales imaginándote el ambiente.

Cuando entras en un trance, la mente subconsciente hace el trabajo de encontrar sus propios recursos, experiencias o aprendizajes, los cuales pueden servir para superar nuestra dificultad o lograr nuestro objetivo. Ten paciencia y practícalo.

La Autohipnosis

Los pasos para la autohipnosis


Al principio hay que practicar mucho para inducirse uno mismo la hipnosis. Los músculos del cuerpo y la mente tienen que acostumbrarse a relajarse y dejar a un lado la parte analítica e intelectual. Aquí os muestro un procedimiento sencillo, para una práctica de la autohipnosis.

1.
El primer paso consiste en fijarse un objetivo claro para la sesión de autohipnosis. Una vez que nos hemos fijado el objetivo (por ejemplo “Quiero estar más relajado y tranquilo en mi trabajo”), tenemos que resumir el objetivo en una frase positiva. Esta afirmación guiará la mente subconsciente a buscar aquella memoria relacionada con tranquilidad y la relajación.

2.
Siéntate en un sillón en una posición cómoda, o si prefieres túmbate en una cama. Quítate los anillos, el reloj y cualquier cosa que te pueda molestar. Mira fijamente a tus propias cejas. Mantén la mirada fija aunque los ojos empiecen a cansarse. Cuando ya los párpados no aguanten más, inspira hondo y al expirar cierra los ojos.

3. Concéntrate en los párpados cansados y pesados. Dentro de unos segundos notarás, que los párpados empiezan a relajarse hasta llegar al punto de que ya no quieres abrir los ojos. Imagina esta relajación como una onda expansiva, que invade tu cuerpo. Imagina que la relajación te cubre el cuerpo como una manta suave y agradable.

4. Imagínate en lo alto de una escalera de madera de quince peldaños. Al pie de la escalera ves una puerta que conduce a un lugar encantador. Comienza a contar desde quince hacia atrás en voz alta, bajando un peldaño con cada número. En los peldaños puedes leer las palabras “DUERME” y “MÁS PROFUNDO” hasta que llegas a la puerta.

5. Ahora que estás cerca puedes leer la palabra “SUBCONSCIENTE” escrita en la puerta. Abres la puerta y entras en este lugar encantador. Es un lugar que te da mucha seguridad y tranquilidad. Puede ser un bosque, una playa, una habitación maravillosa, o cualquier lugar que te surja en tu mente.
6.

Cierra la puerta detrás de tí y presta atención a los colores… a los sonidos o música, a los olores agradables de este lugar y a las emociones. Toma tu tiempo y disfruta de este lugar. Después de un tiempo una caja pequeña de madera se manifestará delante de ti. Es una caja muy bonita y con toda la curiosidad de un niño que quiere aprender, te entran las ganas de abrir esta caja.
Dentro de la caja encontrarás un regalo o un símbolo que es para tí. No importa si a nivel consciente no sabes de que se trata o que significa. Lo importante es que tu mente subconsciente sabe como utilizar tus memorias y tus recursos internos para encontrar una solución a tu problema. Obsérvate a tí mismo después de haber conseguido el objetivo.
7.

Presta atención a los colores, a los sonidos y también a lo que te dices a tí mismo, a tono de tu voz diciendo cosas a tí mismo, a los olores si hay. Y presta atención a como te sienta haber logrado tu objetivo. Ahora imagina que entras en tí mismo y presta atención a tus sensaciones. ¿Cómo sería tu experiencia con el objetivo ya logrado?.

8. Después de unos minutos prepárate para salir de este lugar, con toda la seguridad de que cada vez que desees puedes volver a entrar en este lugar. Ahora empiezas a subir por los mismos peldaños que bajaste y cuenta desde “uno” hasta “quince”. Cuando llegas al número “quince”, el último peldaño, puedes abrir los ojos y te sentirás estupendamente.

Usos Comunes de la Hipnosis

Dolor

El dolor es una señal indispensable para proteger el organismo. Sin embargo el dolor crónico ya no sirve comoseñal: es molesto. La hipnosis puede aliviar el dolor crónico de una persona sin los efectos secundarios de los medicamentos analgésicos.

Hay muchas maneras de utilizar la hipnosis para el dolor. Milton Erickson utilizaba metáforas durante la sesión hipnótica. En uno de sus casos más célebres, Erickson habló de como un tomate crece a partir de una semilla hasta ser la planta adulta para ofrecer su fruto. Su paciente era un anciano jardinero, afectado por un cáncer en fase terminal e inmune a los analgésicos. Erickson incluía, muy astutamente, sugestiones de tranquilidad y bienestar en su cuento del tomate. El paciente aceptaba estas sugestiones y podía disfrutar de unos días sin dolor.

La sugestión también puede ser directa: “Cada vez que relaje mis músculos y piense en este lugar, todo mi cuerpo se sentirá relajado y una sensación de bienestar y paz envolverá mi cuerpo como una manta…”


Adelgazar
La mayoría de las personas obesas comen cuando no tienen hambre. Comen porque están aburridas, deprimidas o enfadadas. El hipnólogo puede descubrir algunas razones que estimulan a la persona a comer demasiado y crear sugestiones apropiadas.

Por ejemplo, una de mis clientes, una señora joven y atractiva, se había casado joven y había tenido dos hijos. A pesar de sus dos embarazos tenia un cuerpo escultural y sexy. Muchos hombres la piropeaban y ella no sabía como deshacerse de ellos. La mejor “solución” para ella era el comer demasiado para no parecer guapa y sexy. En este caso la sugestión de “Voy a comer poco…no voy a picar dulces…” no tendrá un efecto duradero. El problema de esta señora era cómo responder a los hombres. Entonces la sugestión tenía que incluir una aceptación de su cuerpo sexy y habilidades de comunicación para defenderse.

Algunos ejemplos de sugestiones útiles para adelgazar son: “Me siento bien…como sólo cuando tengo hambre…si estoy enfadado o aburrido se cómo expresar mis emociones… cada día disfruto más de los alimentos…me gusta mi cuerpo y como cuando tengo hambre…”

Fumar
Es importante incluir sugestiones positivas en la sesión de la hipnosis. “Desde ahora en adelante estaré libre de respirar el aire…mis pulmones cogen aire y utilizan el oxígeno y esto me produce un gran placer… Si alguien me ofrece un cigarrillo o veo un paquete de tabaco me siento orgulloso de mi mismo por cuidarme para poder disfrutar mejor de mis pulmones… es un gran placer poder correr… me siento con mayor fuerza y energía para hacer el amor… y los alimentos tienen más sabor… estaré orgulloso de mi mismo…"



Fobias

El miedo es un mecanismo de auto protección. Es indispensable el tener miedo a las serpientes venenosas. Sin embargo, el miedo a toda clase de serpientes bajo cualquier circunstancia, con exageradas reacciones fisiológicas que nos paralizan, se convierte en fobia. La hipnosis puede ayudar a la persona a imaginarse una circunstancia sin riesgo, donde el paciente pueda acercarse a una serpiente pequeña. Gradualmente el hipnólogo puede acercar la serpiente en la imaginación de la persona fóbica hasta tocarla.

Otra manera sería utilizar sugestiones directas como: “Estaré tranquilo… mi respiración será totalmente tranquila… cuando veo una serpiente inofensiva mi respiración sigue siendo tranquila… podré acercarme y si lo deseo puedo tocarla…”


Dolor de cabeza
El dolor de cabeza es uno de los trastornos más frecuentes de nuestra sociedad moderna. Cada año gastamos billones de euros en píldoras analgésicas, para calmar el dolor de cabeza. Las causas del dolor de cabeza pueden ser muy variadas: desde una tensión muscular de los hombros hasta preocupaciones diarias.

La auto-hipnosis puede servir de gran ayuda con sugestiones como: “mi cuerpo sabe relajarse…cada vez que tenga un exceso de tensión muscular respiro profundamente y me relajo… si algún pensamiento me preocupa, lo escribo en un papel… hago una lista de mis preocupaciones… y confío en mis recursos… confío en que mi subconsciente me presenta la solución más apropiada para cada preocupación… cada día aprendo como relajar mejor mi cuerpo…los músculos de mis hombros y los músculos de mi cuello se relajan… mi seguridad aumenta cada vez más…”.

Creencias Erróneas y Mitos sobre Hipnosis

Existen muchas creencias erróneas respecto a la hipnosis. Lo que viene a continuación son algunos mitos sobre la hipnosis.


EL MITO: Bajo la Hipnosis pierdes la consciencia y no te enteras de nada de lo que ocurre a tu alrededor.

EL HECHO
: Los individuos no pierden la consciencia cuando están en un trance. Su concentración se localiza de una manera especial.

EL MITO
: Una vez hipnotizado pierdes tu voluntad y estarás bajo el control del hipnotizador.

EL HECHO: Toda hipnosis es autohipnosis. Los individuos se dejan introducir en un trance porque así lo desean. Sin la colaboración del la persona no es posible inducir el trance. Los individuos mantienen su capacidad de autocontrol.

EL MITO: Sólo los individuos crédulos, los de poca voluntad y los tontos se hipnotizan.

EL HECHO: La hipnosis requiere habilidades de concentración e imaginación por parte de los individuos. Según los experimentos, las personas que se hipnotizan mas fácilmente gozan de una buena inteligencia. Mientras más inteligente sea la persona, mejor se puede concentrar, y por tanto, colaborar con el hipnólogo.

EL MITO: La hipnosis es peligrosa.

EL HECHO: La hipnosis es una de los tratamientos psicológicos más seguros.
Sin embargo el uso de la hipnosis por parte de personas incompetentes puede, ocasionalmente, tener consecuencias imprevistas. Por esta razón, sólo la deberían utilizar hipnólogos cualificados.

EL MITO: Uno puede quedarse “atrapado” en estado hipnótico y no salir de él.

EL HECHO: Nadie se quedará sumido eternamente en un sueño hipnótico. Si por cualquier razón, el hipnólogo dejara al paciente bajo hipnosis o cayera muerto, el paciente se quedará en el sueño hipnótico por unos minutos y gradualmente entraría en un sueño normal y se despertaría sin ningún problema por su cuenta.

EL MITO: Bajo la hipnosis, desvelaré cosas que no quiero.

EL HECHO: No vas a desvelar tus secretos. Lo que puede ocurrir es que recuerdes acontecimientos que conscientemente habías olvidado. Tú sabes que van en tu provecho. Si son situaciones traumáticas, las olvidarás otra vez al salir del trance. El hipnólogo decide cómo y cuándo llevar al consciente ese recuerdo y si es necesario.

EL MITO: ¿Pueden obligarme a hacer cosas que no quiero durante un trance hipnótico?

EL HECHO: No, no se puede. La mente subconsciente salvaguarda la integridad de la persona y no comete nada contra tus valores y principios.

Una Breve Historia de la Hipnosis

Nadie conoce el origen de la hipnosis. Lo que es cierto sobre la historia de la hipnosis es que los antiguos pueblos como los mayas, los aztecas, los persas y los griegos utilizaban la hipnosis como medio de curación. Los sacerdotes o los brujos provocaban un estado llamado “sueño mágico” a través de la imposición de las manos o rituales caracterizados por cantos y bailes con un ritmo monótono.

El empleo sistemático de la hipnosis comenzó con Anton Mesmer (1734-1815). Mesmer estaba convencido de que el magnetismo podía curar muchas enfermedades. Su argumento era que si la luna ejerce un poder sobre los mares de la tierra, también podría influir en los fluidos del cuerpo humano y de hecho restablecer la salud. Según Mesmer, todos estábamos bajo el poder de los fluidos magnéticos. Para él la enfermedad era creada por una sugestión del organismo que se podía solucionar con la transmisión de ondas magnéticas.

Las sesiones de magnetismo de Mesmer tuvieron tanto éxito que cuando el tumulto de la gente no permitía practicar el magnetismo en su clínica, Mesmer “magnetizaba” un árbol fuera de su consulta y pedía a los pacientes disfrutar del magnetismo. Mesmer consiguió curaciones espectaculares por medio de su nuevo método de magnetismo.

Entre los seguidores de Mesmer hay que recordar al Maqués de Puységur (quien descubrió el sonambulismo e insistió que la palabra por sí era suficiente para el magnetismo) y al padre Faria (quien según Schulz había reconocido y utilizado la sugestión en toda su significación).

Un cirujano y oculista escocés llamado James Braid (1795-1860) investigó, por primera vez de manera científica, el fenómeno del sueño provocado por un magnetizador.
Braid propuso que los imanes y el magnetismo no eran los responsables del estado hipnótico y la consecuencia de las curaciones. Braid utilizó la palabra “hypnos” que en griego significa sueño y explicó la naturaleza de este estado hipnótico, excluyendo la existencia de fluidos magnéticos emanados de las manos o de los ojos del magnetizador. Ya que Braid era un oculista creyó que la fijación de la mirada en un punto luminoso cansaba los músculos alrededor de los ojos y que esta fatiga producía el estado hipnótico.

La teoría de Liebeault (1823-1940) era esencialmente psicológica. Para Liebeault el sueño hipnótico era idéntico al sueño natural.

Bernheim (1843-1917) junto con Liebeault fundó la escuela de Nancy. Bernheim rechazó la teoría de un fluido magnético y consideraba la sugestión, la idea, como la acción hipnotizante.

James Esdale (1808-1859) era otro cirujano escocés quien practicó millares de intervenciones quirúrgicas bajo sueño magnético. Fue perseguido por haber utilizado técnicas hipnóticas como anestesia.

Charcot (1825-1893) era un prestigioso neurólogo francés de la histeria. Charcot y sus ayudantes hipnotizaban a los enfermos con las técnicas que habían aprendido del marqués de Puyfontaine. Los enfermos solían vivir crisis violentas, y en muchos casos los síntomas desaparecían.

Sigmund Freud (1856-1939) era el alumno de Charcot pero después de un periodo abandonó la práctica de la hipnosis. Sin embargo, basó su método de la asociación libre en sus conocimientos de la hipnosis.

Pierre Janet (1859-1974) era el director del laboratorio de psicología patológica de la Salpétriére. Janet investigó el papel de las emociones en los trastornos orgánicos y fue uno de los fundadores de la medicina psicosomática. Sin embargo, Janet insistió que la hipnosis no podía curar el origen de las enfermedades.

Coué (1857-1926), farmacéutico y psicólogo, estudió los trabajos de Liebeault. Empezó así con la hipnosis pero más tarde la dejó y utilizó la sugestión.

Johannes Heinrich Shultz (1884-1962) era un psiquiatra freudiano de origen alemán. Investigó la relación entre la mente y la relajación. Con su conocimiento de las técnicas de la hipnosis elaboró un método de autohipnosis reconocido como el Entrenamiento Autógeno de Schultz.

Milton Erickson
(1901-1980) era un prestigioso psiquiatra, fundador de la Sociedad Americana de Hipnosis Clínica. Erickson creó numerosas técnicas modernas de inducción y además, utilizaba anécdotas y metáforas para facilitar el estado de la hipnosis.

Qué es la Hipnosis

La hipnosis es un estado pasajero que todos vivimos al menos una vez durante el día. Por ejemplo cuando “nos perdemos” al leer un libro, ver una película o meditar, nuestra atención se concentra y se crea este estado entre el sueño y la vigilia. El factor más interesante en este estado es que el subconsciente puede trabajar libremente sin la intervención de la mente consciente, la parte analítica.

A pesar de proceder del vocablo griego hypnos (sueño) la hipnosis no tiene nada que ver con este. Se trata, al contrario, de un estado artificialmente producido de gran concentración de la consciencia por medio de palabras. De modo que la hipnosis es un proceso de comunicación. El sueño hipnótico no es siempre necesario. La hipnosis como proceso de comunicación se trata de una alteración o modificación de la consciencia en el que la parte analítica de la mente queda marginada.

Una sesión de hipnosis


Antes de nada, como en todos los métodos terapéuticos, es importante obtener un buen nivel de confianza entre el cliente y el hipnólogo. A veces, hay que hablar de los temores de la persona acerca de la hipnosis. El obstáculo mayor a la hora de entrar en estado hipnótico es el temor. El procedimiento inicial suele ser la concentración en un punto fijo y la relajación corporal. Una vez que la persona logra concentrarse y relajarse, entra en el primer nivel del estado hipnótico o el trance ligero.

En ese estado, la persona siente una sensación de ligereza o de pesadez en el cuerpo. La mayoría de los hipnólogos clínicos utilizan un trance ligero. A pesar de los fenómenos de este estado, la persona está perfectamente consciente: puede oír la voz del hipnólogo, oír otros ruidos sin darles importancia y a veces tener los ojos abiertos y contestar a las preguntas del hipnólogo.

Si el hipnólogo lo considera oportuno, profundiza el trance hasta el estado más profundo donde la persona acepta las sugestiones. En este estado profundo, llamado sonambulismo, la persona puede vivir experiencias como si fueran reales.

El Cerebro Humano

El cerebro humano está compuesto por más de 100 mil millones de células cerebrales altamente especializadas y únicas, ya que al destruirse no dan lugar a otras similares.

El cerebro esta dividido en dos hemisferios cerebrales interconectados entre si por una zona intermedia que es el cuerpo calloso.

El hemisferio izquierdo

El hemisferio cerebral izquierdo tiene que ver con el pensamiento analítico y racional, como lo es en las funciones matemáticas y verbales.

Nos otorga el sentido del tiempo y procesa la información recibida en forma ordenada y lineal. Selecciona la información la clasifica en orden de importancia, extrae conclusiones y formula predicciones, todo ello con base en su capacidad analítica, lógica y verbal.

Por intermedio del hemisferio izquierdo podemos seleccionar a cada instante lo que necesitamos saber. Es el lado lógico cerebral, matemático y digital; sedentario y calculador.

Características del hemisferio izquierdo

Intelectual
Recuerda nombres
Responde a las instrucciones y explicaciones verbales
Hace juicios objetivos
Planificado y estructurado
Prefiere información cierta
Es lector analítico
Prefiere hablar y escribir
Confía en el lenguaje del pensamiento y la memoria
Controla los sentimientos
No es bueno para interpretar el lenguaje no verbal
Rara vez usa metáforas
Su fuerte es la resolución lógica de problemas

El hemisferio derecho

Según varios investigadores y expertos de la hipnosis y psicoterapia, el subconsciente es aquella parte de la mente donde se “alberga” todos nuestros recursos, recuerdos, las experiencias y aprendizajes.

Por ejemplo para Milton Erickson, el hipnoterapeuta americano y el fundador de la terapia breve, el subconsciente era el archivo o el almacén donde la persona podía encontrar todos los recursos que se podía necesitar para resolver su problema.
Hay también quienes asocian el subconsciente con el hemisferio derecho y lo consideran la parte no dominante del cerebro.

Características del hemisferio derecho

Intuitivo
Recuerda rostros
Responde a las explicaciones o instrucciones simbólicas
Hace juicios subjetivos
Fluido y espontáneo
Prefiere información incierta
Es lector sintetizador
Prefiere dibujar y manipular objetos
Confía en las imágenes del pensamiento y la memoria
Es más libre con sus sentimientos
Es bueno para interpretar el lenguaje no verbal
Usa metáforas con frecuencia
Su fuerte es la resolución intuitiva de problemas

Predomina el cerebro izquierdo


Las investigaciones demuestran que predomina en nosotros ampliamente el cerebro izquierdo; lo correcto es lograr el justo equilibrio entre ambos cerebros. De modo que quien usa más el cerebro izquierdo es analítico y racional, y quien emplea más el cerebro derecho es intuitivo, se necesita buscar el equilibrio entre lo racional y lo intuitivo.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Síntomas de Estrés

Tómate el tiempo para leer la lista de los síntomas de estrés. Este cuestionario es una media sencilla para descubrir tu nivel de estrés. El propósito es descubrir el nivel de estrés en tu vida en estos momentos. Además reconocer de antemano las señales que podrían anunciar el estrés te permite realizar acciones para evitar que estos síntomas se conviertan crónicos.

Los síntomas de estrés están interconectados. Por ejemplo una carta del banco avisándote el retraso de alguno de tus préstamos puede causarte tensión muscular que a su vez genera dolor de cabeza. El dolor no te deja dormir bien y te levantas con irritabilidad y sin ganas de salir con tus amigos. Por tanto es fácil caer en un círculo vicioso de síntomas estresantes.

Aunque todo está interrelacionado, he divido estas advertencias en cinco categorías: Espiritual, Emocional, Mental, Físico y Social. Responde un “Sí” o “No” a las siguientes listas de preguntas.

Síntomas Espirituales

¿Crees que la vida termina con la muerte?
¿Temes la muerte?
¿Tienes la sensación de vacío?
¿Te resulta difícil perdonar a alguien que te ha hecho daño?
¿No encuentras mucho significado profunda de la vida?
¿Sientes desamparo e impotencia ante los acontecimientos de la vida?

Síntomas Emocionales
¿Sufres cambios bruscos de tu estado de ánimo?
¿Padeces depresión y ansiedad?
¿Sientes apatía?
¿Tienes dificultad para expresar tus emociones fuertes?
¿Te culpas fácilmente por tus errores?

Síntomas Mentales
¿Te aburres con frecuencia?
¿Tienes dificultad de concentración?
¿Últimamente tienes lagunas de memoria?

Síntomas Físicos

¿Últimamente estas contrayendo resfriados a menudo?
¿Fluctúa mucho tu peso?
¿Tienes dificultad para dormir o para levantarte por la mañana?
¿Sientes cansancio?
¿Sufres dolor de cabeza?
¿Aprietas o rechinas los dientes?
¿Padeces sequedad de boca?

Estos son algunos signos más comunes de estrés. Desde ahora en adelante presta atención a estos síntomas. Son como señales de aviso que debes fortalecer tus recursos internos y externos para la adaptación, o si es posible reducir el estrés innecesario.

La Respuesta del Estrés

El estrés es la interacción de los agentes estresantes y nuestra capacidad de adaptación y respuesta. Los acontecimientos inesperados, sean positivos o negativos, generan inestabilidad en nuestra vida. Además nuestra reacción determina el efecto final de tales retos. Solemos pensar que el estrés es principalmente lo que nos sucedes desde el exterior. Por ejemplo cierran la empresa donde trabajamos y nos quedamos en paro o un accidente nos obliga guardar cama durante un largo periodo de tiempo.

Pero en realidad lo que determina la tensión y ansiedad no es el suceso negativo, sino nuestra propia evaluación de lo ocurrido. Por ejemplo la pérdida del empleo puede causar tristeza, ansiedad y rabia en una persona mientras que otro puede considerar el suceso como una oportunidad para buscar un empleado mejor.

Para mejor entender este fenómeno veamos un principio que suelo llamar APRE. Cada vez que te enfrentas con una demanda que amenaza tu calma y serenidad y que requiere un esfuerzo de tu parte para adaptarte a la nueva situación puedes recordarte de las siglas A.P.R.E. Es fácil de recordar porque viene de la palabra “apremio” sinónimo de estrés. Las últimas dos letras “mío” nos enfatiza nuestro rol en este proceso. Al fin al cabo el estrés de mi vida es “mío”. Veamos las siglas:

Acontecimiento
Percepción
Respuesta
Efecto

El acontecimiento es el estimulo o la demanda que se te presenta. Cualquier situación que por su intensidad o frecuencia se convierte en algo extraordinario y sale de los límites de tu adaptación. La percepción está basada en tu actitud, creencias y expectativas, las cuales determinan tu interpretación del acontecimiento. La respuesta es lo que haces para defender y proteger tu integridad. El efecto es el resultado final de todo este proceso. Dado que nuestros filtros perceptuales son inconscientes, sólo vemos el acontecimiento como el causante del efecto.

Tomemos el ejemplo de la pérdida de empleo para ilustrar el principio de APRE. Ser despedido es el acontecimiento. Ahora llega la parte crucial, la percepción que determina el significado que otorgas al suceso. Podrás pensar: “Soy un fracaso. Me han echado del trabajo porque no era bueno.¡ Que mala suerte!” Tras esta evaluación negativa alteras tu postura, tu respiración y expresión facial que refleja el estado de desesperación, culpa y depresión. Por tanto ante el acontecimiento (perdida de trabajo) utilizas tu percepción (creencias y expectativas) para darle significado y al etiquetarlo negativamente, cambias tu cuerpo (respuesta) de tal manera que sientes depresión (efecto).

Cuando examinamos detenidamente el proceso APRE nos damos cuenta que la clave es nuestra percepción de los sucesos. Poco podemos hacer con los acontecimientos porque la mayoría ocurren sin que podamos ejercer algún control sobre ellos. Una percepción distorsionada de nuestras capacidades y virtudes hace que evaluemos negativamente el estrés. Pero una autoestima sana ayuda a percibir los sucesos malos como un cambio brusco que podría albergar un incentivo para nuestro desarrollo personal. Por ejemplo una persona optimista podría evaluar quedarse en paro de una manera positiva y pensar, “La empresa está atravesando dificultad y no han valorado my rol en ella. Esto medará una oportunidad a encontrar algo mejor.” El efecto de este optimismo suele ser mejor adaptación a la dificultad.

Tenemos concienciarnos que la mayoría de los sucesos estresantes en sí mismos son neutros. Nuestra interpretación otorga el significado emocional. Cómo dijo “No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano que lo hace aparecer así.” La siguiente historia ilustra que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno:


Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que vivía con su hijo. Sólo tenían un caballo para trabajar la tierra. Un día su hijo le dijo:
- "Padre, qué desgracia, se nos ha ido el caballo".
Su padre respondió:
- "Veremos lo que trae el tiempo...".
A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. Unos días después, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se rompió una pierna.
- "Padre, qué desgracia, me he roto la pierna".
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
- "Veamos lo que trae el tiempo...".
El muchacho se lamentaba. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Fueron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

Estrés es ni Bueno ni Malo

Estrés es un estado de ánimo que afecta nuestro cuerpo. En general cuando vivimos una situación difícil nuestro organismo reacciona siguiendo un instinto básico. Por ejemplo la respiración y los músculos ya no están relajados. Por tanto asociamos los acontecimientos desagradables con la reacción del estrés. Pero el cuerpo humano responde de la misma manera ante los sucesos agradables y desagradables. Una de las curiosidades del estrés es que si nos dan un beso apasionado o una bofetada, el cuerpo reacciona de la misma forma. El cerebro procesa cualquier cambio, sea positivo o negativo, siguiendo un protocolo predeterminado.

Lo curioso es que lo que puede ser estresante para uno es un estimula placentero para otro. Por ejemplo hay personas que temen a las alturas y cada vez que mira hacia abajo desde una altura elevada sienten mareo y se flaquean las piernas. Sin embargo, muchos pagan para tirarse al vacio sea en la práctica de puenting o paracaidismo. Esto demuestra que los acontecimientos por si no son causantes del sufrimiento, sino nuestra propia interpretación de los eventos.
Repasamos el proceso fisiológico del estrés. Nuestro organismo está “programado” para protegerse y asegurar su supervivencia. Ante cualquier amenaza este mecanismo se activa en una fracción de segundo inhibiendo el riego sanguíneo al cerebro y a la digestión, y además inhibe monetariamente el trabajo del sistema inmunológico. La razón por estas alteraciones es ahorrar la energía y dirigirla a luchar la amenaza o huir de ella.

Durante miles de años este mecanismo primitivo se ha quedad sin alterar. La reacción del estrés como un instinto básico nos ayuda en situaciones límites, como solían vivir nuestros antepasados en un hábitat salvaje e peligroso. Pero hoy en día no existen situaciones límites que requieran una reacción fuerte como luchar contra una bestia salvaje o huir de ella. En nuestras sociedades modernas tenemos que afrontar desafíos diferentes que no son realmente cuestión de vida o muerte.
El instinto básico del estrés para proteger nuestra integridad física nos puede generar graves problemas. Por ejemplo has estado de excursión con tu familia. El fin de semana ha sido soleado y tranquilo. Estas en el coche de regreso a casa. A medida que te acercas a tu ciudad el trafico se densa cada vez mas. Como buen conductor dejas pasar a otros coches, pero varios se aprovechan de tu cortesía y te cortan el camino bruscamente. Gradualmente tu serenidad se desvanece y algo se altera en ti: tu respiración se acelera, tus músculos se tensan, el corazón galopea como un caballo salvaje y sube tu tensión arterial.

Unos conductores incórdiales no suponen un peligro para nuestro organismo. Pero el cerebro (nuestra percepción) reacciona como si fuesen bestias salvajes que quieren devorarnos. Nuestras alternativas, según el instinto básico de supervivencia, es luchar o huir. Pero en un atasco no solemos correr detrás del coche del conductor que nos ha incordiado para empezar una pelea. Ni siquiera podemos dejar el coche e huir del atasco. Estamos obligados a quedarnos allí sentados. El problema es que el cuerpo se ha activado con una carga de energía para un “combate”.
Si no desgastamos esa carga el cuerpo sufre. El cuerpo puede soportar las alteraciones durante un breve periodo. Pero si no llega suficiente sangre al cerebro, al sistema digestivo y al inmunitario padecemos problemas de salud como migrañas, mareaos, indigestión, estreñimiento, catarros frecuentes y dolores musculares.

Lo que hace que el estrés sea bueno o malo depende principalmente de un factor: nuestra percepción. Nuestra actitud, personalidad, expectativas y creencias acerca de la realidad son filtros que definen nuestro estrés. Martin Seligman un investigador de la Universidad de Pennsylvania , dice que hay una diferencia marcada entre como afrontan la vida los optimistas y los pesimistas. La clave está en cómo nos interpretamos los acontecimientos estresantes. Los pesimistas consideran un suceso estresante como algo permanente, una falta de su persona y que afectará negativamente todas las facetas de su vida, mientras que ven los acontecimientos positivos como algo temporal que no les afectará mucho. Por tanto el estrés es ni bueno ni malo. Como dice William Shakespeare en Hamlet: "No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así."