jueves, 30 de septiembre de 2010

La Hipnosis Ericksoniana

La hipnosis Ericksoniana se denomina a un enfoque novedoso originado por el psiquiatra americano Milton H. Erickson. Esta modalidad de hipnosis no se trata sencillamente de un conjunto de técnicas sino es un modelo novedoso de comunicación con fines persuasivos. Se trata de cómo “empaquetar” la información de una forma sugestiva para que resulte irresistible al oyente.

Erickson era un hábil comunicador. La hipnosis Ericksoniana, basada en su maestría en el arte de la comunicación verbal y no verbal, era extraordinaria. A menudo recibía casos “imposibles”, recomendado por otros psiquiatras y psicólogos. Conocido como el padre de la hipnosis moderna, Erickson consideraba la hipnosis como un cambio de atención de la persona. Este estado puede ocurrir de forma espontánea o dirigida por un profesional de la hipnosis.

Erickson sostenía que la mejor manera de inducir este estado era a través de una conversación aparentemente normal. Durante su dialogo sembraba mensajes, ideas y conceptos dirigidos a la mente subconsciente de sus pacientes para que él mismo encontrara la solución de su problema. Por lo tanto, en la terapia estratégica no existe una división rígida entre la comunicación consciente e inconsciente.
Milton Erickson insistía en que debemos tener mayor confianza en la mente subconsciente. La mayoría de nuestras acciones están controladas a un nivel inconsciente.

El poder de la mente subconsciente

Por ejemplo, para realizar la tarea de desplazar el cuerpo de un sitio a otro solemos utilizar más de 200 músculos. Algunos de estos músculos deben estar tensos mientras que otros deben estar relajados. Debe haber una sincronía entre todos estos músculos para poder caminar. A los tres meses el niño comienza a controlar la cabeza y éste es el principio del aprendizaje de caminar. Tarda seis meses en poder sostener la cabeza recta y sentarse de forma autónoma. A los nueve meses aprende a gatear y con diez meses ya puede ponerse de pie y empieza a desplazarse sujetándose a los objetos.

El niño, aún torpe e inexperto, da sus primeros pasos pero se cae. Algunos músculos de las rodillas tienen que fortalecerse para aguantar el peso del cuerpo. Además el niño debe aprender la labor más difícil: la sincronía para desplazar su peso de manera harmoniosa. Este balanceo dinámico es una tarea ardua basada en un proceso de aprendizaje de prueba y error. En realidad caminar es una especie de caída controlada.

No todos los bebes son iguales. Algunos aprender a caminar antes que otros. En general los niños aprenden a caminar entre los 9 y 18 meses. Pero ahora de adultos nadie es consciente de cómo camina. El esfuerzo infantil se ha transformado en un aprendizaje inconsciente. ¿Qué ocurriría si quisieras intentar a controlar tus pasos? ¿Podrías dar pasos naturales? Es obvio que tus pasos se volverían torpes y carentes de elegancia.

Este ejemplo resume la hipnosis Ericksoniana. Milton H. Erickson solía pedir a la gente que tuviera más confianza en su mente subconsciente. La mente profunda es un depósito de todos los recursos, recuerdos y aprendizajes de la persona. Erickson ayudaba a la gente a encontrar la solución de sus problemas realizando, a veces tareas raras y aparentemente sin sentido. Pero la persona al realizar las tareas tenía una experiencia emocional que le servía para superar su problema.

Dejar de Fumar con hipnosis

En una ocasión un hombre fumador con cuarenta kilos de sobrepeso acudió a Milton H. Erickson para dejar de fumar y adelgazar. Le dijo que es un agente de policía jubilado por razones médicas. Le confesó que fumaba, comía y bebía mucho a pesar de su enfisema y tensión alta. El hombre le dijo que le gustaría correr pero no podía y el máximo que podía hacer era caminar. Era un hombre soltero y solía comprar los cigarrillos, bebidas alcohólicas y la comida en un supermercado al lado de su casa. Erickson le dijo que una sola sesión le bastaría y le mandó la siguiente tarea: “compra tus cigarrillos de paquete en paquete en un estanco que esté en otra parte de la ciudad. Compra los alimentos para cada comida que haces. Así que sales a comprar comida tres veces al día. Si quieres comer fuera busca un restaurante al otro lado de la ciudad. También compra tus bebidas alcohólicas en la otra parte de la ciudad. Toma tus copas de una en una en bares diferentes que estén a un kilómetro y medio de distancia. De esta forma estarás en buena forma.”

Un mes después llegó un nuevo paciente y le dijo que le mandaba un amigo suyo, un policía jubilado que le había dicho que Erickson era el único psiquiatra que sabía lo que estaba haciendo.
Uno de los psicólogos que colaboraban con Erickson era un consumado fumador en pipa. Erickson dedicó una hora a hablar en detalle de un amigo suyo que tenía plateados una serie de inconvenientes en fumar en pipa. Erickson empezó diciendo que su amigo no sabía donde poner la pipa en la boca: “¿debía ponerla en el centro, un centímetro a la derecha, un centímetro a la izquierda?” El amigo sentía vergüenza en poner el tabaco en la pipa: “¿Tenía que usar el pulgar? ¿Tenía que usar el índice?” Y sentía cierto disgusto al encender la pipa: “¿Era mejor poner la llama delante, detrás, a la derecha, a la izquierda?”.

El joven psicólogo, mientras escuchaba relato de Erickson, pensaba “¿Por qué me está contando esta historia? Me parece que a mí fumar en pipa no me incomoda.” Erickson contó un gran número de dificultades ligadas a fumar en pipa. Al día siguiente, el psicólogo al volver a su ciudad pensó “No volveré a fumar.” El psicólogo dejó la pipa para siempre.

Todas las personas que leen el trabajo de Milton H. Erickson se preguntan como conseguía que la gente obedeciera sus indicaciones. Erickson mismo contestó a esta pregunta diciendo que “la gente es muy educada y obediente en trance.” Con eso quería decir que cuando la comunicación es sugestiva, no necesariamente hipnótica, la gente suele aceptar las sugestiones.

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