domingo, 22 de agosto de 2010

Adelgazar con Dietas Rápidas

Adelgazar con una dieta rápida es el sueño de todas las mujeres. De hecho la mayoría, cuando quieren bajar de peso, hacen una dieta rápida.

Sea por una boda o por lucir el cuerpo en al playa, muchas mujeres con sobrepeso se apuntan a una de las dietas rápidas para deshacerse de los kilos extras.

Las dietas rápidas abundan en las revistas, libros, Internet y en las peluquerías donde aparte del cotilleo se intercambian los últimos trucos para adelgazar. Adelgazar se ha convertido en la obsesión de nuestro tiempo.


¡El buscador más popular del mundo, Google, ofrece 4.100.000 páginas sobre la palabra “adelgazar” y 32.300.000 paginas con la palabra “dieta”!

“Una dieta rápida de 3 días que permite
perder casi 3 kilos o más.”

“Ésta es una dieta de emergencia que te hará reducir uno o dos kilos el día que lo necesites.”

“Nuestra dieta exclusiva muy pobre en calorías, le asegura perder 5 kilos en 7 días.”


Estos anuncios son seductores ¿verdad? ¿A quien no le tienta la idea de adelgazar de 3 a 5 kilos en pocos días? Todas estas dietas de adelgazamiento rápido consisten en hacer ayuno, algo parecido a cuando una cae enferma con una fiebre de caballo con la que no puedes ingerir nada. Solo beber y sufrir. Después de tres días te das cuenta de que has adelgazado entre 2 y 3 kilos. Pero unos días después recuperas tu salud y empiezas a comer como antes. En seguida tu peso vuelve al normal recuperando los kilos que has perdido durante los días de enfermedad.

El mismo proceso ocurre con estas dietas rápidas. Pierdes peso (líquidos, masa muscular y poca grasa) a base de hambruna. Cuando ya no aguantas pasar hambre, vuelves a comer y ¡voilà!: peso perdido, peso encontrado.


Peso perdido, peso encontrado Cuanta más prisa tengas más difícil resulta
bajar de peso.

Los reclamos son tentadores porque tocan la fibra más débil de la gente que quiere adelgazar: la prisa. Quien ha intentado adelgazar varias veces sin éxito está impaciente por ver el resultado. Por esta razón un anuncio que promete resultados inmediatos es irresistible. Pero la paradoja de adelgazar reside en que cuanta más prisa tengas más difícil resulta bajar de peso.

La prisa y el ansia se convierten en el obstáculo principal para deshacerse de los kilos que sobran. Cuando la persona se libra del ansia de perder peso y decide ir despacio, no sólo se ahorra las posibles decepciones sino tiene mayor probabilidad de éxito. Como dice el refrán, “lo que con ansia se alcanza, a la larga, también cansa.”

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